Se ve genial, divertido de manejar a velocidad. Pero es muy lento al arrancar desde cero. Prácticamente no responde al acelerador, a veces incluso tiembla. Me sentí más seguro fusionándome en el tráfico apretado con mi Beetle turbo diésel del 2002. Además, las puertas son tan pesadas que, al abrirlas para salir, siempre se cierran sobre ti. El concesionario dice que la aceleración es normal para la transmisión CVT.
Audi A5 2.0T Premium 2dr Convertible (2.0L 4cyl Turbo CVT) del 2011